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De Gongsunlongzi
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(EL LEGADO FINAL O EL PERIODO DEL CANON TAOISTA DE ZHENG TONG)
 

Última revisión de 06:32 13 ago 2011

Contenido

[editar] EL TEXTO DE GONG SUN LONG ZI

[editar] LA LECTURA DEL TEXTO DE LONG

Es a partir de lo que hemos llamado Segunda y Tercera Etapa del Manuscrito de Long (vease cuadro cronológico), cuando sus lectores tuvieron que vérselas con las inusuales operaciones que su lectura procuraba. Analistas modernos y contemporáneos descubrieron en el Tratado Segundo de Long, aquel que trata sobre el Caballo Blanco, una curiosa inestabilidad.

Ni el Tratado Segundo ni el tercero, ambos a dos, de rara profundidad, eran comprensibles: sus conclusiones no derivaban de las premisas, también veladas; sus deducciones parecían incompletas; su modo de transmitir, no era satisfactorio.

Primera lectura

Por un lado, una primera y cuidadosa lectura parecía indicar que la tesis del Caballo Blanco, aceptaba y llevaba dentro de sí, una suerte de formulación Paraconsistente del Mundo, y al mismo tiempo, un Génesis, inversa y extraña, pero identificable. Según esta interpretación el Tr. 2 de Long sostenía una génesis particular sobre la Relación entre Lenguaje y Pensamiento, a saber: los Hechos ʵ, en tanto Nombres Ãû, deben estar dominados por algo así como una Lógica de la Combinación, de reminiscencia Confucianas. Sin embargo, para Long, el orden en la combinación de los Nombres no se corresponde con el Orden de los Hechos. Precisamente porque el Orden de uno y otro son de naturaleza diferente. Nombre indica una Estado de Cosas diferente del que los Hechos presentan. Ha de aceptarse esta distancia. Y superar, así, la Quiebra, la Distancia.

Segunda lectura

La segunda interpretación, que coincide también en subrayar la importancia del Orden, atiende, sin embargo, a la tesis de que el Tr. 2 y 3 no tratan nuca y exclusivamente sobre el Hecho y el Nombre y su mutuo movimiento, sino sobre dos conceptos lógico-filosóficos, a saber: el de la Negación y el de la Pertenencia. De este modo, Long no estuvo interesado en una Teoría de la Correspondencia, sino en la Teoría de la Demostración.

Así, resultaba imprescindible una distinción tajante en el seno mismo del texto a fin de plantearse que se quería decir. El texto de Long era un texto rebelde: dejaba leer pero no se dejaba leer. Las tres dimensiones que conforman un texto estaban pervertidas.

Ulteriores análisis descubrieron con satisfacción las causas: por un lado, algunas sentencias se repetían; por otro lado, de que existía un uso indebido de las partículas negativas •Ç, ÎÞ, ²».

Conscientes de que el Mensaje es a menudo un esclavo del Orden, fue por tanto urgente establecer distinciones y delimitaciones en el seno mismo del Tratado, y puntuar con la exactitud que supuestamente opero en el original, el curso de la argumentación primigenia. Se trataba, simplemente, de una dilucidación del Principio de articulación de la exposición, que parecía ausente en la Copia que se disponía del Manuscrito de Long.

Resultaba imposible pero necesario saber como estaba dispuesto el manuscrito original, pues este estaba perdido. Así, conscientes de que ordenar era la labor principal, los Analistas de Long decidieron reconstruir el Modo en que este fue escrito, y así, reinventar un Modelo Ideal del Original Primigenio.

De hecho, incluso el más antiguo documento del que disponemos en la actualidad y del que deriva la llamada escritura Cuneiforme, la Paleta de esquisto azul, del 3000 a. C, presenta ya un diseño y una maquetación concreta, que separa y delimita de manera rudimentaria, pero eficaz, con trazos verticales y horizontales uniformes, episodios, a modo de sentencias o mensajes. El mismo Código de Hammurabi, del siglo XVI a. C, invita a imaginar que hubo consideraciones sobre la necesidad de una edición cuidada y exquisita. Ciertamente, la maquetación es consecuencia de una búsqueda de Orden. Precisamente porque el Orden es, desde un punto de vista epistemológico, necesario. Su uso, maduro o no, implica la toma de conciencia sobre la obligación de Transmitir con exactitud. Refleja una necesidad, y al mismo tiempo, una condición de la escritura: el Lenguaje se mesura en y a través del tiempo y el espacio. Toda Escritura es una Pragmática del Lenguaje.

Sin embargo, la lectura del Tratado del Caballo Blanco es circular. Contenido y Forma creaban un “Bucle Extraño”. Y una vez en él, el lector era incapaz de seguir el curso deductivo del razonamiento. Los frecuentes corolarios que el lector opera sobre sí mismo al tiempo que lee, y sobre los que chispea, no son, de hecho, respetados. Posibles respuestas al problema planteado originalmente resulta insolubles, y mas aún, se tornan absurdas. Además, ocurre algo sorprendente: una vez concluida la Lectura uno no es capaz de decir con seguridad si esta ha finalizado o no. Al Texto, concluido o mutilado, solo le restaba un Silencio, y cierta sombra de auto-ironia.

Decir que el Texto de Long es, ciertamente, un Caos, no es exagerado. Y el Lector era transformado a su vez en un Caos. En efecto, no era posible confirmar ni refutar la tesis de Long, sea cual fuere. Así, era fundado sospechar que el Tratado del que se disponía había sufrido cambios, y que la Copia sobre la que se Pensaba no constituía un punto de referencia adecuado. Por ello, las miradas se volvieron de nuevo hacia atrás.

La única solución posible era la de Imaginar como fue el Original.

Y la solución al enredo que se venia viendo ya en trabajos precedentes, vino, una vez más, de mano de A.C. Graham, quien en su estudio The order of the writting strips, propuso una teoría explicativa, a saber: “The easiest explanation for such confusion is that the sections have been transposed, after the rotting of the strings tying the wooden or bamboo strips”

[editar] LA COPIA EL PERIODO JUAN - Segunda etapa del texto de Long o etapa Juan

Lo que podría denominarse como Segunda etapa del texto de Long o etapa Juan encaja en la mera conjetura historiográfica. En efecto, tuvieron que existir y circular copias del manuscrito original, y tuvo este que ocasionar cierto debate. Sin embargo, el destino no deparo tampoco vientos benefactores al original. Pues no existe rastro alguno de copia ortodoxa. Ni en el Canon Budista ni en el Confuciano contienen referencia alguna al manuscrito. Además, las menciones y las referencias a él son pocas. Y no existe Anal Pre-Han alguno desde el que poder contrastar sospechas o intuiciones. El texto de Long vivió así en cierta sombra. Testimonios revelan cierto miedo y recelo ante el texto, ininteligible y oscuro en extremo.

Circulo así, un manuscrito que llevaba el nombre de Gong Sun Long Zi. En memoria del autor, y con el que fue catalogado. Y es posible aventurarse en la tesis de que el texto callo entre los siglo II o IV y XI, apilado entre otros rollos de seda o papel (“the most popular material for writting invented in the second century A.D.” según Tsuen-Hsuin Tsien ). Y más aún, que fue poco leído y menospreciado.

Durante esta Etapa se realizo una Copia de algunos de los Tratados de Texto de Long.

Es agradable sospechar que el texto permaneció tenazmente a través de escritos y colecciones privadas o Academias. Y deberíamos aventurarnos en la suposición de que no fue trascrito demasiadas veces. Desconocemos también cual fue el formato en el que se encontraba, el tamaño de sus páginas, el material utilizado y el numero de capítulos de este original extravagante. Si se encontraba este anudado o en rollos de seda. La conjetura guía esta laguna. Y ésta no da luz sino que oscurece y enferma en cierto sentido el trabajo del analista.

Es en esta segundo estado del texto de Long en donde debemos lanzar la hipótesis de cierta intromisión por parte de copistas o comentaristas. Nos referimos por supuesto al problema de la CORRUPCION GRAFICA. Caracteres aberrantes, obliteraciones en los trazos (poco frecuentes), enmendaciones y correcciones (creemos que con buena fe) pudieron realizarse ininterrumpidamente en este periodo (también indeterminable y al que nos hemos aventurado a territorializar). La tesis de que el escriba (o los escribas) erraron en la copia, o que deliberadamente, añadieron o eliminaron, caracteres, parece plausible.

Ahora bien, ¿qué tipo de intromisión pudo existir?

La Reconstrucción Textual apunta generalmente tres posibles respuestas:

  1. la primera, y descorazonadora, indica al mismo texto, al original. Es posible la presencia de un sinsentido deliverado en el original. En este caso, la copia fue fiel. Sin embargo, esta tesis obvia la diferencia de estilos entre los llamados tratados originales y tratados espurios. La tesis de un sinsentido originario abre las puertas a un estilo de Absurdo. Y este, creemos, no se encuentra presente en ninguno de los Tratados. Esto implicaría que la Sofistica China fue una Tª del Sinsentido. Sin embargo, si en algo destaca en texto de Long es sin duda por su especial organización gramatical, de naturaleza lógica y sistemática. Suerte de álgebra del razonar. El texto hace que dirijamos la mirada hacia una luz. Pues no es simple oscuridad. Es posible también que se tratase de un texto reservado al propio Gong Sun Long Zi, en donde se anotaba lo necesario, o de los apuntes sueltos de un estudiante (tesis del Estudiante).
  2. la segunda, refiere a la Intromisión. El copista (o “el Copiante” como lo denomina el Padre Feijoo al referir a la Poética) se tomo ciertas libertades. Pudo, en primer lugar, inclinarse ante la seducción de Purificar el texto, ininteligible en un principio. Y, así, elimino o añadió caracteres. Suprimió estorbos y limpió aditamentos. O, por otro lado, pudo realizar una doble redacción, superpuesta, o añadir en el corpus del Tratado notas o pequeñas adiciones, que pudieron ir desde un único carácter a la repetición de sentencias completas, a fin de mostrar estilizar el original. Los corta extensión de los tratados originales de Long justificaría esta tesis. Su brevedad y carácter sintético pudo resultar molesto. Y añadir corolarios o desvelar y repetir conclusiones pareció lo apropiado.
  3. A esta tesis puede añadirse una nueva: el error de copia. El mismo Graham sostuvo que los tratados Lógicos neo-mohistas podían haber sido objeto de esta suerte de equívocos. Un ojo cansado o la falta de atención, pudo provocar una degeneración progresiva. El carácter chino da pie a esta suerte de mutaciones, como por ejemplo: ľ---- ²Å---- Ê¿ . Sin embargo, los caracteres que las investigaciones pasadas y presentes presentan como mutaciones discutibles, son en su mayoría piezas lógicas y claves causales. El simple hecho de pensar que una partícula como zhi Ö® pudo sustituirse por ye Ò² hace temblar. Por otro lado, también es plausible la tesis de que el ojo cansado del copista equivocaba lo que quería equivocar. A estos interrogantes deberíamos añadir uno nuevo, a saber: plantearnos si el escriba intentaba o no, comprender el texto, o si, por otro lado, sencillamente procuraba ajustar ordenadamente el texto en las columnas adecuadas y en bloques.

Por otro lado, al igual que los escritores del Canon Neo-Mohista, que raramente usaban palabras poco corrientes, el vocabulario presente en el Gong Sun Long Zi, sorprende por su economía y sencillez. La Crítica aseguró orgullosa que a excepción del Tratado Primero, Colección de Reliquias, que hemos de encuadrar en el genero Biográfico-Literario más que en el Genero Debatiente (si es que este existió), el vocabulario de los demás Tratados es repetitivo y conciso. Este, reflejaba una suerte de Código concreto, divisorio, que se opera a sí mismo en juegos de antonimias, de gran precisión. Sin embargo, este “descubrimiento”, alentador en un principio, llevo el problema aún más lejos. Un nuevo obstáculo hizo su aparición.

Los Textos Filosóficos (concretos, simbólicos, irrepetibles e indisponibles ) viven generalmente en un plano de doblez semiológica, y se perfilan en dos regiones enfrentadas, a saber: la consideración de Unidades de Comprensión, o bien Grandes (Discurso) o bien Pequeñas (Palabra y Cláusula). Así, la atención exégetica está siempre fundada en el Punto de Vista. De hecho, el Contraste y la Oposición son los factores cohesivos ideales que se buscan en toda Interpretación. Pero un Texto, paradójicamente, puede ser también una Palabra o un Carácter. Esto es: confundir en la copia (como pudo confundirse) un carácter muchas veces repetido y relevante dentro de la estructura lógico formal paraconsistente de los argumentos de Long arruinaba la esencia del texto. La excesiva economía léxica del texto de Long, y en concretamente, la presente en los Tr.2 y 3, producían el temido efecto de la Sobresaturación conceptual. Un error de copia destruía el sentido velado del texto.

El Tr. 2, fundaba su movimiento discursivo alrededor de una sentencia, a saber: “Un Caballo blanco no es un Caballo” °× Âí •Ç Âí Ò² , de modo que la oración se convertía en la unidad "natural" de traducción, y, por ende, de Interpretación. Huelga decir que la Oración se transformo en la pieza y el criterio regulador básico, dejando a un lado al Caracter en tanto caracter. El Tr. 3, sin embargo, presento un camino inverso. Pues no era la Oración la unidad de Interpretación, sino el Carácter. En este Tratado el carácter zhi - Ö¸, Indicar, significar, referir, apuntar con el dedo - sustenta el principio organizativo del Tratado. En ambos tratados tanto la Oración como el Caracter eran ciertamente Propiedades integradas en el texto y la filosofía de Long. Sin embargo, para los traductores y analistas del manuscrito Oración y caracteres corruptos no eran determinables, precisamente por estar sobresaturadas.

El texto de Long presentaba así las características precisas para que el Sueño de la Traducibilidad Completa quedara a un lado. El simple descuido y error de un copista al transcribir un carácter u saltar una oración, o la Intromision, afectaba de manera mortal a lo que Delisle llamo “Organicidad textual”, arruinando el Principio de Coherencia y, así, toda posible Lectura. Sin duda, el debate quedaría cerrado si se pensasen las palabras de Valentín García Yebra:

'“Es una ilusion creer que pueda establecerse siempre una separación neta entre la redacción original y los aditamentos posteriores?'

[editar] EL LEGADO FINAL O EL PERIODO DEL CANON TAOISTA DE ZHENG TONG

La Tercera etapa del manuscrito de Long o etapa del Dao Zang, tiene una fecha concreta. Y es 1445. El texto de Long, archivado en algún lugar, ha sobrevivido a la Historia. Hoy se encuentra en el Templo de las Nubes Blancas, con los Taoístas.

El hecho de que perviva es del todo extraordinario. Parece que, a excepción del Tratado Segundo, aquel que versa sobre el Caballo Blanco, presente también en el Nan Hua Chen Jing Zhang Ju Yu shi (1084) ÄÏ »ª Õæ ¾­ Õ ¾ä âÅ ÊÂ, con prefacio de Cheng Jing Yuan ³Â ¾° Ôª (que hay que incluir como un trabajo bibliográfico eminentemente taoísta), una copia perduro durante siglos y milagrosamente es compilada, e impresa, en blocks por los monjes taoístas durante el siglo XV.

Sesenta y tres años de incansable trabajo (1436-1449) permiten que el Gong Sun Long Zi y otros muchos otros trabajos, entre los que hay que subrayar el Yin Wen Zi, célebre por su reflexión neo taoísta en torno al Nombre y la Forma, sea incluido definitivamente en el Canon Taoísta de ZhengTong, cumbre enciclopédica del conocimiento Taoísta. Solo cuando empiece el celebre trabajo compilatorio de los monjes taoístas Ming Cheng Zu (1403-1424) y Chang Yu Chu (1361-1410), por edicto del Emperador, el Gong Sun Long Zi es rescatado y desvelado. Y no por un interés académico o religioso, sino más bien, en virtud de cierta rutina editorial e incansable afán compilatorio.

Son, de este modo, los Taoístas los que recuperan e integran el manuscrito de Long en el Canón.

Ahora bien, ¿es esto todo? ¿concluye aquí el misterio? Y todo esto, ¿para qué?

Es aquí en donde la Reconstrucción Textual comienza su quehacer, y en donde, tristemente, debe mover sus piezas. Y nos asaltan preguntas como las que a continuación siguen: ¿escribió verdaderamente Long el manuscrito? ¿o acaso dicto a sus discípulos y fueron estos los que transcribieron el texto? ¿hay ciertamente capítulos espurios? Y si los hay, ¿cuando fueron redactados? Y más aún, ¿quienes lo hicieron? ¿qué tesis o voluntad filosófica les movió? ¿es pues la reflexión Pre-han sobre la Esencia de los Nombres un momento puntual en la Historia del Pensar Clásico Chino? ¿O incluso, una mera construcción teórica sin mayor alcance?

Y otras de tipo textual: ¿podemos seguir confiando en el testimonio del Han Shu? ¿o podemos creer que aún hay nuevos pian que desenterrar? ¿es suficiente justificar la ausencia de relevancia del Han Shu simplemente por el hecho de que “There was a great deal of interest in the paradoxes of the dialecticians during the Three Kingdoms and The Six Dinasties, so that is no difficult in finding a motive for forging a work in the name of Kung-sun Lung”  ?

Es extraño pensar en una toma de conciencia efectiva del problema del Lenguaje en la China Clásica. Nos gustaría pensar que el texto de Long fue avalado por filósofos anónimos y copistas iluminados, y que, incluso, una suerte de Teofrasto los transmitiese a un Neléo, y la casta posterior prosiguiera su estudio, y, así, que como voluntades interpretantes, mantuviesen viva la llama, o al menos la semilla, de una Interpretación Onto-Lingüística del Mundo. Sin embargo, los datos históricos de los que disponemos parecen inclinar más la balanza hacia una casualidad histórica que ha una toma de postura activa frente al problema. Mientras la tesis de que Andrónico pudiese tener, 300 años después de morir Aristóteles, acceso directo a sus manuscritos originales resulta incluso plausible (“parece atestiguado”, dice Düring ), no lo es tanto la tesis de Long. Así, ¿nos encontramos ante un texto capaz de ser Interpretado Adecuadamente, o simplemente ante un resto arqueológico insensato y arruinado?

[editar] CONCLUSIONES HISTORICO TEXTUTALES

Veamos ahora a modo de revisión las conclusiones a las que hemos llegado.

  • Corresponde a la etapa Pian (hasta el siglo III y IV a. C), la redacción del original por mano de Gong Sun Long Zi. El Original es redactado, posiblemente sin encabezamiento ni titulo alguno, en bambú o madera, aunque existen testimonios arqueológicos que sostienen que este se escribía en la parte posterior de la tira de bambú. El manuscrito tiene una división invisible, que no podemos identificar.
  • Corresponde a la etapa Juan (siglo IV o V a. C. hasta el siglo V o VI d. C) la copia del manuscrito original se encuentra en papel o seda. Etapa de laguna y misterio en la que el texto de Long se conforma en cierto sentido:
  1. Comienza a copiarse y transcribirse el original. El papel y la seda revolucionan el panorama.
  2. La actividad copista concluye en la necesidad de dividir el original en secciones definidas y cerradas. Se determina y se limita el texto: aparece la primera intromisión.
  3. Una vez convenida la utilidad de dividir el manuscrito y limitarlo, nace y se instituye la idea de Tratado o (Tratado del Caballo Blanco y Tratado Zhi Wu): 2 Tratados.
  4. Es posible que ya comience cierta labor comentarista (comentario interlineal).
  5. Copistas, discípulos Debatientes o Motistas, comentan el texto, añaden caracteres o líneas, al texto original, con la pretensión de aclarar el malentendido dialéctico. Como el propio Tsuen-Hsuin Tsien dice: “Since most of the pre-Ch´in books transmitted today have been revised by Han scholars, it is often difficult to know what part of a books original and what part is later addition.”
  6. Se introducen (no sabemos en que orden ni con que frecuencia) los llamados Capítulos o Lun Espurios: una Biografía (Tr. 1), dos Tratados de influencia Motista (Tr. 4 y 5), y un delirio inclasificable (Tr. 6).
  7. El manuscrito original de Long ya no es tal. De tener 2 Tratados a pasado a tener de 3 a 6 Tratados.
  8. Se divide de nuevo el supuesto original. Se establece así una nueva división. El papel y la seda determinan el nuevo Orden. El texto se segmenta en 3 juan o rollos de seda o papel. A saber: Juan Shang, Juan Zhong y Juan Xia. Cada juan contiene 2 Tratados o lun.
  • Corresponde a la etapa del Dao Zang (siglo X d. C. hasta el siglo XV o XVI d. C). Compilación de textos taoístas. Afán enciclopédico. Monjes taoístas copian e imprimen el supuesto manuscrito original en bloques. Se procede a la impresión y edición del Canon Taoísta de Zheng Tong, Dinastía Ming.
  1. Es posible, también, que sea en esta compilación cuando se introduzcan los llamados Capítulos o lun espurios: una Biografía (Tr. 1), dos Tratados de influencia Motista (Tr. 4 y 5), y un delirio inclasificable (Tr. 6).
  2. Es también posible que un grupo de taoístas eruditos comente en texto completo en versión interlineal e introduzca un testimonio biográfico a modo de introducción.

Es fundado sospechar que la compilación de los 6 Tratados de Gong Sun Long Zi presentes en el Canon Taoísta de Zheng Tong recoge documentos trascritos por diferentes copistas. El estilo, gramatical y semántico, lo testimonia. Así, no hay una sino varias redacciones. Pero al contrario de lo que ocurre en el Canon Mohista (Tratados Lógicos), la corrupción de los 6 juan que componen en texto de Long no es sistemática. Es, pues, difícil, sino imposible, determinar el camino exegético correcto. Por ello, las interpretaciones textuales del presente siglo, brillantes todas ellas, y surgidas trás la publicación y difusión de Canon taoísta a mano de la Editorial Commercial Press son cuestionables. Y aún poseyendo sus métodos un elevado rigor científico, se fundan en la Atalaya y el punto de vista, y no en base a un criterio de elección Traductológico contrastable.

No existe base firme ni suelo seguro desde el que decidir que traducción es la más aproximada al posible sentido original pues no hay Lugar al que aproximarse. Es, pues, improbable traducir el sentido original del texto de Gong Sun Long Zi. El Tratado 3, Zhi Wu Lun, es en este sentido ejemplar. Ante él, cualquier Hermeneuta cae desplomado y sin aliento.

Anteriormente hemos subrayado el hecho de que toda labor textual Contrastiva resulto imposible, y desmoralizante. Pues solo existía una sola copia del Gong Sun Long Zi, que habitaba isolada, era único. Así, ningún estudio de Concordancias pudo llevarse a cabo. Recuerde el lector, por ejemplo, que Graham reconstruye los Canones Lógicos Neo-Mohistas en buena parte gracias a trabajos precedentes, entre los que se encuentra por supuesto el Harvard-Yenching Concordance on Mo-Tzu.

Surge alrededor del Gong Sun Long Zi “el gran Vicio”, esto es: “offer interpretations which depends on conjetural emendation at every level, even for stablishing the punctuation”.

La violencia e impenetrabilidad del texto de Long animó de este modo a los editores y comentaristas del manuscrito a adentrarse en su ininteligibilidad. Y nace, así, lo que puede denominarse como la Escuela Comentarista de Long de la que trataremos en profundidad en siguientes capítulos de este estudio. Cada lector, se convierte en analista, y, por ende, en traductor. Se suceden comentarios, uno trás otro, y diferentes propuestas de enmendación, notas lexicográficas, reconstrucciones y soluciones.

Ahora bien, ¿en base a que criterio se comento? ¿qué buscaba el comentarista? Y más aún, ¿disponía este de antiguos comentarios o realizaba la labor individualmente? El hecho de que sea posible plantear estas preguntas no implica que sepamos responderlas. El Punto de Vista, la Atalaya, a la que antes referíamos, rodeo esta actividad. Y aún hoy, sigue rodeándola.

Lo cierto es que el manuscrito que lleva el nombre de Gong Sun Long Zi se pensó desde la reconstrucción, y, así, se reconstruyo desde el desequilibrio. Este hecho, significativo en la Hª de la reconstrucción textual, será el que provoque que este trabajo Debatiente, único por su rara profundidad, no llegue a Occidente hasta la segunda mitad del siglo XX. Y que, aún así, viva en los escritorios de eruditos de la Universidad de Harvard y de la School of Oriental and African Studies (SOAS), celoso y casi secreto. Y lo que es más importante, que el escaso grupo de Pensadores Asalariados, reclamen a sus lectores conocimientos sinológicos para su lectura sin popularizar el texto entre filósofos.

En China continental, siguiendo la moda de la revolución cultural, se le presenta como ejemplo de un pensar materialista ateo, y un antecedente curioso de lo que más tarde fue la Dialéctica Marxista. Así, y a pesar de que el manuscrito evita y destruye cualquier determinación o lectura prevista de antemano, una suerte de Monopolio de la Interpretación se institucionaliza. Si bien es cierto que Graham en sus análisis de los Tratados Lógicos Neo-Mohistas subraya como importante descubrimiento el hallazgo de Liang Ch´i-chao, a saber: “each explanations begins wuth the first word of its Canon repeated as a heading” , hay que añadir que el texto de Long no es tan generoso, y que no admite concesiones de ninguna clase para una Reconstrucción Textual adecuada. En Long cualquier Hermenéutica de la Puntuación es discutible. Y, paradojicamente, también aceptable. Se trata pues de una suerte de Consistencia Inconsistente (y viceversa).

El Manuscrito de Long es un texto abierto y no cerrado, e imposible de cerrar. Y, por ello, un Lugar de Debate imposible, en donde uno siempre es un invitado.

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